El lúpulo de León es reconocido mundialmente por su calidad excepcional, favorecida por un clima idóneo, suelos fértiles y la profesionalidad de los agricultores que han dedicado generaciones a su cultivo. Sin embargo, este sector crucial para la economía rural de la provincia se encuentra en una situación crítica debido a las nuevas condiciones contractuales impuestas por Hopsteiner, la única empresa compradora del lúpulo en la región.
La organización agraria UGAL-UPA ha denunciado públicamente que la compañía está asfixiando económicamente a los cultivadores, imponiendo contratos individuales y garantizando la compra solo de una parte de la producción, lo que pone en riesgo la viabilidad de las explotaciones. Ante esta grave situación, UGAL-UPA exige la intervención inmediata del Ministerio de Agricultura y la Junta de Castilla y León para proteger a los más de 100 agricultores leoneses que dependen de este cultivo.
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