Los regantes expusieron en un debate los principales retos a los que se enfrenta el campo. Javier Alonso, presidente de la comunidad de regantes del Páramo Bajo de León y Zamora; Maximino Pérez, presidente de la junta de gobierno de la comunidad de regantes del Canal de Castañón; y César Pan, presidente de la junta de gobierno de la comunidad de regantes del Canal Alto de Villares, coincidieron en defender la necesidad de seguir apostando por la tecnología, un uso eficiente del agua y la posibilidad de experimentar nuevos cultivos y adaptarse a la demanda.
Javier Alonso manifestó su preocupación por la inestabilidad de los precios y la política de aranceles. «En un mundo globalizado esas decisiones nos afectan a todos. Los agricultores y ganaderos queremos producir. Le pedimos a las administraciones una baja burocracia». Explicó que, teniendo en cuenta que quien marca las pautas es la Unión Europea, «pedimos jugar con las mismas reglas de juego. Los pesticidas prohibidos en Europa son malos para la gente de Europa, pero ¿si se producen en América o Turquía son buenos? Eso es hipocresía. Ese es el mayor reto al que nos enfrentamos». Alonso se preguntó «de qué sirve ser los mejores productores de remolacha si no podemos ser competitivos. Nos obligan a cultivar de una manera y lo que viene de fuera no tiene las mismas exigencias»
Aseguró que hace años producían 120 toneladas por hectárea y ahora no llegan a 80. «Nos obligan a cultivar de una manera que no podemos aumentar los rendimientos»
«El 25% de la sociedad quiere ser emprendedor, según leí en un informe. Se puede emprender en cualquier sector. La gente cree que ir a labrar una tierra da igual en una zona u otra. Eso solo se enseña in situ. Una mala labor te puede estropear una cosecha».
En cuanto al relevo del campo, para Javier Alonso solo sirve «prueba y error. Yo he probado con muchos productos y a lo mejor solo dos han salido bien. Necesitamos una empresa de transformación de esos cultivos. Hoy hay que producir lo que la gente demanda. Lo ideal es hacer casos a los mayores y aplicar la nueva tecnología».
«No hay que tener miedo. Esta profesión te puede dar muchos días libres, pero igual tienes que ir un domingo. Hoy en día el que se queda en el campo no es que no vale para otra cosa es que hay poca gente que vale para quedarse en el campo», dijo.
César Pan contó que hace unos días le visitó un ingeniero californiano. Tras visitar sus campos le dijo que eran unos grandes profesionales. Pan aboga por invertir. «Si no nos aplicamos vamos a desaparecer. León es una gran productora. Tiene muchas hectáreas modernizadas y gente que se incorpora. Con ayuda de la gente joven y de los ingenieros tenemos que sacar esto adelante. Crear una provincia viva. Tenemos que plantearnos hacer otros cultivos. Las empresas no tienen que venir, tenemos que reclamarlas. Tenemos en León empresas muy punturas. No se puede consentir que el mercado de Egipto crezca a costa del nuestro. Tenemos empresa y distribución, sin embargo cada vez más patatas vienen de fuera». También abogó Pan por nuevos cultivos. «En León con la tierra que tenemos, con el agua que tenemos y las plataformas cerca podemos cultivar zanahoria, remolacha de mesa, patata de mesa… El cultivo hortícola está mecanizado, pero tiene otras rentabilidades distintas al maíz».
Pan afirmó que «el mantenimiento del regadío es el secreto de la vida. Según la cuidemos nos va a perdurar. Debemos de mantenerla y no forzarla. Hay estudios para bajar el rango de presión y tener la red tranquila. Tenemos una finca de prueba con aspersores de baja presión y vamos a ver cómo el maíz se va a desarrollar perfectamente, con un 40% por debajo del rango que utiliza todo el mundo. Queremos que la gente se conciencie y baje el acelerador del agua». Pan aseguró que el citado ingeniero de California le dijo que el campo había que pisarlo y no mancharse. «El barro, efectivamente, tapa los poros de la planta. Tecnificar el agua nos va a cambiar la vida. También vamos a hacer un control del agua que se pierde por las fincas»
Maximino Pérez aseguró que un joven no puede tener una estabilidad si de un año a otro tiene 100 euros de diferencia por tonelada. «La agricultura no es una ciencia exacta. Si los primeros diez años no lo haces rentable, te ahogas. Hay gente con experiencia que no se va actualizando y entonces la experiencia no sirve. Está muy bien la variedad de cultivos y las rotaciones, pero si no tienes una garantía de que esos productos van a salir al mercado, la gente no está incentivada». Explicó que cada zona de León tiene zonas para maíz, para remolacha o para productos horícolas. «En el Páramo hay cultivos que se podrían sembrar pero no serían tan rentables», dijo. En cuanto a las infraestructuras, afirmó que el canal de Castañón tiene 20,2 kilómetros y «todos los años hacemos una inversión. Está tan intacto como hace 56 años. Hay que tener un mantenimiento».
En cuanto al relevo en el campo, Maximino Pérez confesó que hay jovenes que se han incorporado y otros que lo han intentado y no han seguido. «A medida que pasa el tiempo la población que se queda en el campo cada vez es menos. El campo se va a seguir cultivando aunque haya menos población activa. El día que deje de funcionar la agricultura mal lo tenemos todo». «Las plantas no te hablan pero te dicen cosas. Hay que mirarlas».
Fuente: Diario de León