El Consejo de la Unión Europea ha aprobado hoy las conclusiones sobre la Estrategia Europea de Resiliencia del Agua, reafirmando el compromiso de los Estados miembros con una acción coordinada y ambiciosa frente a los crecientes desafíos hídricos del continente. La decisión marca un paso clave hacia una gestión más sostenible, equitativa y segura del agua en el contexto de la crisis climática y la degradación ambiental.
El ministro danés de Medio Ambiente e Igualdad de Género, Magnus Heunicke, subrayó el alcance estratégico de esta iniciativa:
“Garantizar la resiliencia del agua no solo es crucial para el medio ambiente, sino también para la seguridad y la estabilidad de nuestras sociedades. Debemos trabajar conjuntamente, en todos los niveles, para que la gestión del agua forme parte integral de nuestros esfuerzos frente al cambio climático y de nuestra preparación ante futuras crisis.”
Agua limpia, ecosistemas sanos y economía resiliente
La estrategia —presentada por la Comisión Europea en junio de 2025— tiene como objetivo garantizar agua limpia y asequible para todos, asegurar la resiliencia de los ecosistemas y reforzar la competitividad económica mediante una gestión integrada del recurso. Las conclusiones adoptadas subrayan que la restauración del ciclo del agua es esencial para enfrentar fenómenos extremos como inundaciones, sequías y el aumento de las temperaturas, tanto en ambientes continentales como marinos.
Los ministros destacaron además la necesidad de prevenir la contaminación en origen, abordando contaminantes emergentes como los PFAS y otros compuestos químicos nocivos, así como de avanzar hacia una gestión circular del agua que reduzca la pérdida y el desperdicio de recursos.
Acceso equitativo y modernización de infraestructuras
El Consejo remarcó la importancia de garantizar un acceso equitativo al agua y al saneamiento, modernizando las redes de distribución y reduciendo las pérdidas en el sistema para que “nadie quede atrás”. Asimismo, pidió mayores inversiones en infraestructuras resilientes, digitalización y sistemas de alerta temprana, pilares esenciales para anticipar los impactos de los eventos climáticos extremos.
La estrategia considera el agua como un recurso de seguridad estratégica, indispensable para la competitividad industrial, la seguridad alimentaria y la estabilidad social. En este sentido, los ministros alertaron sobre riesgos emergentes, como ataques cibernéticos, sabotajes o interrupciones externas en el suministro, y reclamaron una mejora urgente de las redes hídricas, especialmente en zonas rurales, remotas e insulares.
La estrategia considera el agua como un recurso de seguridad estratégica, indispensable para la competitividad industrial, la seguridad alimentaria y la estabilidad social.
Así, el Consejo invitó a la Comisión Europea a realizar un informe de seguimiento sobre la aplicación de la estrategia, con una revisión intermedia prevista para 2027, e instó a los Estados miembros a integrar la resiliencia hídrica en sus políticas nacionales y marcos financieros.
Contexto: una Europa cada vez más vulnerable al estrés hídrico
Los informes publicados por la Comisión en febrero de 2025 evidencian la magnitud del reto: el 34 % del territorio de la UE sufre escasez de agua, solo el 37 % de las masas de agua superficiales presenta un buen estado ecológico, y menos del 30 % cumple los estándares químicos exigidos.
Ante esta situación, la Estrategia Europea de Resiliencia del Agua se articula en tres objetivos principales:
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Restaurar y proteger el ciclo del agua.
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Desarrollar una economía hídrica inteligente y sostenible.
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Garantizar agua limpia y asequible para todos.
La iniciativa sitúa el agua en el centro de la seguridad, la autonomía estratégica y la adaptación climática de Europa, y consolida la visión de una Europa hídrica resiliente de cara a 2050, en línea con los compromisos internacionales asumidos en la Conferencia del Agua de la ONU de 2023.
Fuente: retema

