Para consolidar un modelo agrario más rentable, competitivo y sostenible que contribuye a la cohesión territorial, preservar el medio ambiente y luchar contra la despoblación rural.
La superficie efectivamente regada según la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos 2024 del Ministerio de Agricultura (Esyrce) en Castilla y León asciende a 429.566 hectáreas, pero esta cifra no indica el derecho autorizado, sino el regado real, que en algunos años como el 2021 llegó a 472.113 hectáreas. Esto significa que nuestra comunidad autónoma dispone de un 12,10% de la superficie total regada de España, siendo la tercera comunidad autónoma en cuanto a esta superficie después de Andalucía (28,31%) y Castilla-La Mancha (14,95%). Sin embargo, la superficie de regadío es sólo el 12,61% de la superficie que ocupan los cultivos, cifra inferior al resto de comunidades autónomas, debido a la escasa regulación de la Cuenca del Duero con respecto al resto de demarcaciones hidrográficas, aspecto reiteradamente demandado desde nuestra región.
En este ámbito, el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL), que es un organismo público adscrito a la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural cuya misión es potenciar la competitividad y rentabilidad del sector agroalimentario de la región, abarca con su actividad desde la investigación aplicada hasta el desarrollo de infraestructuras, la certificación de calidad y el impulso de iniciativas de desarrollo rural y agrario. En 2024 se conmemoraron los 20 años de su creación, 2 décadas de trabajo “comprometido con la innovación y el crecimiento del sector”.
Líneas estratégicas
Entre las líneas estratégicas de actuación del ITACyL destaca el impulso al uso eficiente del agua mediante la modernización y desarrollo de nuevos regadíos, la digitalización de las explotaciones y la mejora de la eficiencia energética en los sistemas de riego.
La modernización de regadíos se consolida como una de las actuaciones estructurales más eficaces en el medio rural, al fomentar la actividad agraria mediante la implantación de sistemas de riego más eficientes, que optimizan el uso del agua y contribuyen a mitigar, en parte, los efectos de la escasez derivada de episodios de sequía. Desde la creación del ITACyL y hasta 2023, se han modernizado más de 125.000 hectáreas en Castilla y León y se han impulsado cerca de 65.000 nuevas hectáreas de regadío. La ejecución de estas infraestructuras se ha llevado a cabo, en su mayor parte, a través de convenios establecidos entre la empresa pública SEIASA, dependiente de la Administración General del Estado, y las propias comunidades de regantes, lo que ha permitido articular un modelo pionero de financiación que facilita la viabilidad económica de las inversiones para los regantes.
Optimizar producción agrícola
Esta modernización implica la sustitución de sistemas tradicionales por tecnologías más avanzadas (aspersión o pivote, en el caso de Castilla y León), así como la automatización y digitalización del riego. Este proceso permite optimizar la productividad agrícola, reducir el impacto ambiental y asegurar un uso sostenible del agua.
Entre los beneficios de estas actuaciones se encuentran agronómicos, al generar mayor eficiencia hídrica, uniformidad del riego y reducción de abonado nitrogenado (hasta un 30%); ambientales, con un ahorro de agua de hasta el 25% y una reducción de la contaminación difusa del 30%; y económicos, con menores costes de producción (hasta un 30%) y mayor rentabilidad.
Nuevos regadíos
Por otro lado, el desarrollo de nuevos regadíos supone transformar terrenos de secano o sin uso en superficies regables, incorporando infraestructuras hidráulicas y energéticas. Este proceso requiere concesiones de agua por parte de la Confederación Hidrográfica competente, conforme a la Ley de Aguas y el Plan Hidrológico de Demarcación.
Los beneficios de los nuevos regadíos son notables: agronómicos (incremento de la producción, diversificación de cultivos y adaptación al cambio climático); económicos (aumento de la inversión y rentabilidad de las explotaciones hasta 6 veces superior) y sociales (incremento de la densidad de población -3 veces más que en secano- y mayor incorporación de jóvenes, hasta 6 veces más).
Actuación sobre 30.000 nuevas hectáreas
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural mantiene una firme apuesta por el impulso del regadío en Castilla y León, con el compromiso de iniciar actuaciones sobre 30.000 nuevas hectáreas durante la presente legislatura. Este objetivo no sólo se ha cumplido, sino que ha sido ampliamente superado, pues 71.400 hectáreas de regadíos han sido iniciadas, están en ejecución o han sido acabadas, con una inversión total de 350 millones de euros.
Este esfuerzo continuará con nuevas actuaciones centradas en la modernización de regadíos tradicionales, siempre que el Gobierno de España habilite más recursos, ya sea mediante el aumento del capital social de SEIASA o a través de otros instrumentos de financiación.
Compromiso de la Junta
El compromiso de la Junta es claro: más de 50.000 hectáreas cuentan ya con la aprobación de sus respectivas comunidades de regantes para iniciar las obras de modernización. Sin embargo, la ejecución de estas actuaciones se ve condicionada por la agilidad en los procedimientos de evaluación ambiental.
Cabe destacar que estas modernizaciones conllevan beneficios ambientales evidentes, por lo que los retrasos en su tramitación no sólo impiden su desarrollo, sino que generan perjuicios al medio ambiente y comprometen la capacidad de aprovechar los fondos del PRTR, con el consiguiente impacto negativo sobre la economía y sostenibilidad de las zonas afectadas.
Además, el ITACyL promueve la digitalización del sector agrario mediante el desarrollo de herramientas y aplicaciones que permiten una gestión más eficiente, rentable y sostenible de las explotaciones. Este proceso facilita la incorporación de jóvenes y mujeres al sector y es clave en la lucha contra la despoblación rural.
Las principales actuaciones incluyen aplicación de tecnologías espaciales, como uso de datos satelitales y posicionamiento GNSS; agricultura de precisión y 4.0; modelización de cultivos, agrometeorología y sensores de campo; teledetección y fotogrametría; y desarrollo de apps de ayuda a la toma de decisiones, integrando fuentes de datos abiertos.
Proyectos destacados
Entre los proyectos más destacados se encuentra SATIVUM, una aplicación para el seguimiento de cultivos mediante imágenes satelitales e información meteorológica. En 2024, la herramienta cuenta con más de 5.650 usuarios registrados, 4.200 usuarios activos, más de 400.000 parcelas monitorizadas y más de 100 sesiones formativas realizadas en el año.
SATIVUM también ofrece un servicio de recomendación de fertilización a nivel nacional, encomendado por el Ministerio de Agricultura a través del FEGA, como parte de la herramienta de sostenibilidad de nutrientes exigida por la Comisión Europea. Su arquitectura incluye servicios web (API) que permiten a terceros integrar esta funcionalidad.
Además, el ITACyL gestiona la Red GNSS de Castilla y León, con 50 estaciones que proporcionan correcciones RTK de precisión centimétrica para maquinaria agrícola; y el sistema Inforiego, que ofrece información agroclimática actualizada cada 30 minutos y recomendaciones de riego basadas en la metodología FAO56.
En el ámbito de la eficiencia energética, el objetivo del ITACyL es reducir la dependencia energética del regadío, fomentar el uso de energías renovables y disminuir el impacto ambiental del consumo eléctrico. Así, se están desarrollando instalaciones fotovoltaicas con una potencia total de 52 MWp en 19 comunidades de regantes, cubriendo 92.000 hectáreas. La inversión asciende a 63,7 millones de euros, cofinanciados entre la Junta de Castilla y León, las comunidades de regantes y fondos FEADER. El período de retorno estimado está entre 8 y 11 años. Los beneficios de estas actuaciones son económicos (reducción de la factura eléctrica, estabilidad de costes y autonomía energética); y ambientales (ahorro de hasta 28.000 toneladas de CO2 anuales).
Nuevas técnicas
En cuento a las nuevas técnicas de riego eficiente, destacan el proyecto REBAPRES, impulsado por ITACyL y cofinanciado con fondos FEADER, que ha demostrado en tres campañas (2021–2023) que es posible regar con presiones más bajas (2 kg/cm² frente a 3,5 kg/cm²), reduciendo el consumo energético sin afectar la producción en cultivos de patata, remolacha y maíz; el riego por presión natural con la ejecución de instalaciones que aprovechan la topografía del terreno para garantizar presión sin aporte eléctrico, logrando un ahorro medio del 12% en los costes totales del cultivo, como por ejemplo en Bajo Valdavia, Canal del Bajo Carrión y Canal del Bajo Bierzo; y la eficiencia en aguas subterráneas, donde se está implementando un nuevo plan de eficiencia para las 160.000 hectáreas regadas con aguas subterráneas (30% de la superficie regable). Este plan busca reducir costes mediante energía renovable y modernización de infraestructuras, promoviendo un uso sostenible del agua y mejorando la competitividad de estas explotaciones.
Fuente: Castilla y León económica.es