El MITECO impulsa 62 proyectos pioneros con 77 millones para agrivoltaica

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha dado un paso relevante hacia la descarbonización del sistema energético español al asignar 148,5 millones de euros a un total de 199 proyectos pioneros en energías renovables con almacenamiento, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) y financiados por fondos europeos NextGenEU.

Estas iniciativas, agrupadas bajo el programa RENOINN, promueven el despliegue de tecnologías innovadoras como la agrivoltaica, la fotovoltaica flotante, la integración en infraestructuras o la bomba de calor, todas ellas incorporando sistemas de almacenamiento energético. Además, se presta especial atención a modelos de autoconsumo colectivo que incluyen a consumidores vulnerables, fomentando así un modelo energético más sostenible, inclusivo y distribuido.

Una apuesta decidida por la innovación energética

Los 199 proyectos aprobados en esta convocatoria por concurrencia competitiva suman 299,6 MW de nueva generación renovable –fundamentalmente de tipo fotovoltaico– y 351,6 MWh de capacidad de almacenamiento. El reparto geográfico es amplio, aunque destacan especialmente Cataluña con 79 proyectos, la Comunitat Valenciana con 30Castilla y León con 17 y Andalucía con 13.

Estas cifras reflejan una apuesta estratégica por tecnologías limpias con un alto valor añadido, tanto desde el punto de vista ambiental como por su capacidad de integración en sectores productivos clave, como la agricultura, la industria, o las propias infraestructuras públicas y privadas.

Agrivoltaica con almacenamiento: 62 proyectos y 77 millones de euros

Uno de los aspectos más destacados del programa RENOINN es el respaldo a la agrivoltaica, que ha recibido 77,1 millones de euros distribuidos entre 62 proyectos, consolidándose como la línea con mayor dotación presupuestaria. De ellos, 19 proyectos se localizan en la Comunitat Valenciana y 13 en Cataluña, territorios que lideran la implantación de esta tecnología.

Estos proyectos permiten la coexistencia de la actividad agraria con la generación fotovoltaica, optimizando el uso del suelo y aportando resiliencia climática a los cultivos. Cabe destacar que casi la mitad de las ayudas se han destinado a explotaciones con cultivos arbóreos como olivo y frutales, sobre los cuales se instalarán estructuras fotovoltaicas elevadas a más de cuatro metros de altura.

Compatibilidad con la agricultura y seguimiento científico

La convivencia entre agricultura y energía no solo es una solución tecnológica, sino también una fuente de datos científicos valiosos. Casi todas las iniciativas seleccionadas incorporarán sensores para medir variables meteorológicas y de cultivo, y contarán con una parcela testigo que permita comparar los resultados con métodos agrícolas tradicionales.

Además, los promotores deberán presentar durante cinco años consecutivos una memoria anual con los rendimientos de la instalación fotovoltaica y su impacto sobre la explotación agrícola, generando así conocimiento empírico aplicable a futuras inversiones. Esta exigencia busca sistematizar la recogida de datos y fomentar el aprendizaje técnico a largo plazo.

Diversidad de cultivos y modelos productivos

Los cultivos incluidos en los proyectos de agrivoltaica son muy variados: cereal, olivo, vid, cítricos, frutales, aromáticas, hortícolas, forrajeros, tropicales (como aguacate y pitahaya), hongos comestibles (como setas de cardo y trufa), y herbáceos en general. Esta diversidad refuerza el carácter experimental y replicable del programa.

Además, en los casos en que el promotor del proyecto no es el agricultor titular de la explotación, se exige un acuerdo formal entre ambas partes, garantizando el uso responsable del suelo agrario y evitando posibles conflictos de intereses.

Autoconsumo colectivo y participación de consumidores vulnerables

Una dimensión social del programa RENOINN es la inclusión de proyectos de autoconsumo colectivo que integran a consumidores vulnerables, contribuyendo a la lucha contra la pobreza energética. Estas iniciativas permiten que comunidades locales compartan la producción de energía renovable, reduciendo sus costes y aumentando su autonomía energética.

Este enfoque territorializado favorece una distribución más justa de los beneficios de la transición energética y refuerza la cohesión social y económica en zonas rurales o de difícil acceso a otras soluciones energéticas.

Renovables integradas en infraestructuras y climatización con bomba de calor

El programa también respalda soluciones como la instalación de renovables en edificios e infraestructuras públicas o industriales, así como el despliegue de bombas de calor renovables como alternativa eficiente y limpia a los sistemas de climatización convencionales. Estas tecnologías son clave para reducir las emisiones en sectores difíciles de descarbonizar, especialmente en climas extremos o zonas con altas necesidades térmicas.

La versatilidad de estas propuestas permite su implantación en colegios, hospitales, polígonos industriales, instalaciones municipales o centros agrícolas, lo que genera ahorros económicos y contribuye a la autonomía energética local.

Distribución de fondos del MITECO y liderazgo de comunidades autónomas

Aunque el reparto es amplio y busca representar a todo el país, se observa un mayor protagonismo de Cataluña, que con 79 proyectos lidera la asignación. Le siguen la Comunitat Valenciana (30 proyectos), Castilla y León (17) y Andalucía (13), regiones que han demostrado una fuerte capacidad de innovación y planificación técnica.

Esto evidencia que la madurez del ecosistema renovable en ciertas comunidades autónomas juega un papel decisivo a la hora de captar fondos europeos competitivos, aunque también revela una necesidad de acompañamiento técnico en otras regiones para lograr un reparto más equitativo en futuras convocatorias.

El papel del IDAE en la transición energética

El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), adscrito al MITECO, es el organismo encargado de gestionar esta convocatoria y se consolida como actor clave en el impulso de las energías renovables integradas con almacenamiento. Su labor ha sido fundamental para diseñar una convocatoria capaz de movilizar inversiones, conocimiento técnico y tejido empresarial en torno a la transición energética.

Su enfoque combina criterios técnicos rigurososincentivos alineados con la innovación y una visión estratégica para integrar la transición ecológica en la economía real del país.

Conclusión: una transición con raíces en el territorio

Con estos 199 proyectos financiados, el MITECO consolida una hoja de ruta basada en la innovación, la integración territorial y la justicia social, apoyando soluciones reales a los retos energéticos del presente. Esta convocatoria del programa RENOINN no solo genera energía limpia, sino que también produce conocimiento, valor social, ahorro económico y desarrollo rural, lo que la convierte en un ejemplo modélico de inversión pública con visión de futuro.

Fuente: agronewsCyL

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