El consumo de gasóleo B por parte del sector agrario de Castilla y León se situó en 2024 en las 583.524 toneladas, lo que supone un aumento del seis por ciento, en comparación al dato de 2023, con un impulso en el repostaje de carburante para su maquinaria en 33.139 toneladas.
El presidente de Asaja en Castilla y León, Donaciano Dujo, explicó a Ical, que ese aumento se puede explicar porque en 2024, “en regadío, se sembró todo, con una mayor cantidad de cultivos, sobre todo en remolacha, con más consumo para la siembra”. Asimismo, achacó el alza a que tras dos años con “grandes sequías” y menos gasto para cosechar, el 2024 fue un “buen año de forrajes y grano” y su recolección “lleva perfectamente a esa subida del seis por ciento”.
En otras provincias de la comunidad, los mayores incrementos se dieron en Palencia (30,8%) y León (13,3%), mientras que Burgos fue la única en registrar un descenso, con una caída del 7,8 por ciento.
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