Las extensas llanuras de Castilla y León y Castilla-La Mancha comienzan a teñirse del blanco de la adormidera, una planta que hasta hace pocos años era apenas una nota exótica en la agricultura española, pero que hoy se consolida como una alternativa rentable y viable para cientos de agricultores.
En la campaña actual, alrededor de 400 agricultores cultivan unas 8.700 hectáreas de adormidera, repartidas entre 2.400 ha en Castilla y León y el resto en Castilla-La Mancha, según datos facilitados por la empresa Alcalíber, única autorizada en España para el cultivo y la transformación de esta planta.
Un cultivo estratégico en busca de sustitutos para la remolacha
En provincias como León, donde la remolacha fue durante décadas el pilar de la agricultura de regadío, la desaparición de la planta azucarera de La Bañeza ha generado un vacío económico que muchos agricultores intentan llenar con cultivos alternativos. Entre ellos, la adormidera empieza a despuntar no solo por su potencial económico, sino también por su compatibilidad agronómica con los suelos y el clima de la provincia.
Fernando Martín, director agrícola de Alcalíber, explicó durante un encuentro en La Bañeza que “León reúne las condiciones óptimas para el desarrollo del cultivo”. Este año es la primera campaña en la zona del Páramo Bajo y la segunda en toda la provincia, tras comenzar en la zona del Porma en 2024.
Una pionera en el campo leonés
Conchita González, agricultora de Valcabado del Páramo, es una de las pioneras en apostar por la adormidera. Este año ha sembrado 37 hectáreas en busca de una mayor rentabilidad frente a los cultivos de regadío tradicionales. “Por el momento, el cultivo evoluciona muy favorablemente”, afirma, y no descarta aumentar la superficie en campañas futuras.
Ventajas agronómicas de la adormidera
Entre los múltiples factores que posicionan a la adormidera como una opción de futuro destacan:
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Buena adaptación a suelos profundos y bien drenados.
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Compatibilidad con la maquinaria agrícola existente, sin necesidad de grandes inversiones.
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Papel como cultivo mejorante en la rotación agrícola: mejora la estructura del suelo y aumenta su porosidad.
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Incremento del rendimiento de cultivos posteriores en un 15-20%.
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Ciclo corto de menos de 150 días, de marzo a julio.
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Bajo requerimiento de insumos, especialmente en fertilizantes.
Todo ello se traduce en costes de producción reducidos y en una gestión sencilla para el agricultor.
Estabilidad y rentabilidad económica en ambas Castillas
La característica más atractiva para los productores es, sin duda, la estabilidad económica que ofrece el cultivo. El modelo de negocio de Alcalíber se basa en contratos de cultivo con precios cerrados desde el inicio de campaña, lo que elimina el riesgo de volatilidad de mercado que afecta a otros cultivos tradicionales.
Según los datos disponibles, los rendimientos medios se sitúan en torno a 2.250 kg/ha, con precios que oscilan entre 1 y 1,15 €/kg. Esto genera:
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Ingresos brutos por hectárea: entre 2.250 y 2.600 €
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Costes medios por hectárea: alrededor de 1.100 €
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Beneficio neto estimado: entre 1.150 y 1.500 €/ha
Cabe destacar que el umbral de rentabilidad se sitúa en los 1.000 kg/ha, una cifra accesible gracias al acompañamiento técnico de la empresa.
España, líder mundial en adormidera legal
El cultivo de adormidera en España no es nuevo, pero sí es cada vez más estratégico. La empresa Alcalíber, con sede en Toledo, es la única autorizada para su producción y transformación en el país, y su planta es una de las más avanzadas de Europa.
España es ya el segundo productor mundial de opio legal, y uno de los líderes en la producción de morfina y codeína, principios activos fundamentales en la industria farmacéutica. Este liderazgo se sustenta en un modelo de colaboración directa con los agricultores, basado en seguridad jurídica, trazabilidad y cumplimiento estricto de la regulación.
Una alternativa sólida en tiempos de incertidumbre
Con el cierre de fábricas azucareras y el declive de la remolacha, los agricultores castellanoleoneses buscan cultivos que les aseguren viabilidad económica, resiliencia climática y estabilidad contractual. La adormidera no solo responde a estas demandas, sino que además lo hace dentro de un modelo productivo totalmente legal, controlado y con valor añadido para la industria sanitaria global.
Proyección de futuro: ¿estamos ante el nuevo cultivo estrella?
Todo indica que el cultivo de adormidera en España seguirá creciendo. La combinación de factores agronómicos favorables, condiciones climáticas adecuadas, un modelo de negocio claro y rendimientos netos superiores a muchos cultivos tradicionales la colocan como una apuesta sólida para el futuro inmediato del campo.
Además, la evolución positiva de la campaña 2025 en términos vegetativos alimenta el optimismo de cara a la recolección, prevista para el mes de julio. Si los resultados confirman las expectativas, la superficie cultivada podría incrementarse sustancialmente en 2026.
La adormidera ha pasado de ser un cultivo exótico a consolidarse como una solución rentable, estable y sostenible para muchas zonas agrícolas de Castilla y León y Castilla-La Mancha. En especial, para los agricultores leoneses que buscan alternativas tras el retroceso de la remolacha, ofrece una oportunidad real de diversificación, sin necesidad de reconversión total y con el respaldo de una empresa con experiencia internacional. El campo español, una vez más, demuestra su capacidad de adaptación frente a los retos del presente.
Fuente: AgronewsCyL