Donaciano Dujo Caminero (Ledigos, 1967) fue proclamado, por séptima vez consecutiva, presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Castilla y León en el undécimo congreso de la formación, que se celebró a finales de septiembre en Ávila. La rentabilidad de las explotaciones y la modernización de los regadíos del sector son dos de los grandes desafíos para los próximos años, sin olvidar las reclamaciones en la Política Agraria Común (PAC) y los acuerdos comerciales internacionales.
¿Por qué decidió optar a la reelección a la Presidencia de Asaja Castilla y León?
El campo vive en estos momentos una situación de incertidumbre y creo que mantener la estructura regional con la candidatura encabezada por mí y con José Antonio Turrado como secretario general da garantías de experiencia, de continuidad y de firmeza en las reivindicaciones para conseguir los máximos logros posibles. Por otro lado, aportamos también conocimiento para tratar los grandes temas de la actualidad, como la rentabilidad del sector, la nueva Política Agraria Común (PAC) y los acuerdos comerciales a nivel mundial.
En este punto, destaco que formo parte de un equipo, el de Asaja CyL, en el que, además del secretario general y yo, están los nueve presidentes provinciales así como el capital humano de la organización, que está formado por 160 trabajadores que desarrollan su labor en 45 oficinas (cinco en Palencia) y los 18.000 socios (3.300 en la provincia). Somos la opa mayoritaria en la comunidad, donde logramos el 45% de los votos en las últimas elecciones del campo. Ante esta situación, la unidad que tenemos y el respaldo de los dirigentes provinciales y de toda la estructura nacional decidí tirar otros cuatro años más.
¿Cómo se encuentra en estos momentos la opa que lidera?
Creo que su estado de salud es bueno. Está mejor que nunca. En primer lugar, intentamos ser una familia formada por los trabajadores, los directivos y los socios que lucha por el mismo objetivo: hacer rentables las explotaciones agrícolas y ganaderas. Además, sabemos cuales son los problemas, cuales pueden ser las posibles soluciones y ese conocimiento nos permite ser más activos en el día a día, en cuestiones como la tramitación de los papeles, en la interlocución con la administración y, si no se consiguen los objetivos, con las manifestaciones. Somos una opa muy profesional, muy ágil y con una capacidad de respuesta muy rápida.
¿Qué valoración hace de su último mandato al frente de Asaja CyL?
El balance es muy positivo. Hemos fortalecido la organización, haciéndola más grande en socios y trabajadores y aumentado su representatividad del 42% al 45%.
En el ámbito agrario, hace cuatro años teníamos un problema grave con la falta de rentabilidad de la ganadería por los precios bajos de venta y los altos costes de producción. Hoy las cosas han cambiado para este sector. Podemos decir que tiene unos precios dignos con unos costes asumibles.
Además, es cierto que el sector, debido a la edad, cada vez se va envejeciendo más, pero puedo decir que el 50% de los jóvenes que se incorporan hoy lo hacen con Asaja, una opa que no ha fallado en ningún tema sindical y que ha estado a la altura en todos los temas administrativos. Y, por supuesto, la figura del presidente es respetada a nivel político y administrativo por su buen hacer, seriedad, profesionalidad y trabajo.
Hace referencia a la mejora de la ganadería. ¿De la agricultura puede decir lo mismo?
No. La agricultura se encuentra en una situación muy complicada, con costes muy elevados y el valor de producción es muy bajo. Este año hemos tenido una cosecha buena de cereales en Palencia y en Castilla y León, pero la rentabilidad va a ser escasa. Hoy, una hectárea (ha) de cereal de secano cuesta 800 euros. Estando el precio del producto por debajo de los 200 euros, los primeros 4.000 kilos de cada ha, que no siempre nuestras tierras los dan, se los comen los costes.
¿A qué se debe esa baja rentabilidad de la agricultura?
A varios factores: las importaciones masivas de cereal desde Ucrania, que lo está exportando para tener liquidez para armas; los acuerdos comerciales con aranceles por parte de Estados Unidos, el pacto de la Unión Europea (UE) con Mercosur y los aranceles impuestos a Rusia y Bielorrusia, que encarecen los fertilizantes. En esta tesitura, a la que suma la falta de lluvia en estos momentos, el sector está desanimado ante la próxima sementera 25/26 porque no puede trabajar y porque no sabe lo que sembrar, puesto que los cultivos estrella en Palencia y en Castilla y León, los cereales, no son rentables.
¿Qué cultivos pueden ser más rentables que los cereales?
Cada año sembramos menos cereal y miramos otros cultivos. En Castilla y León en los últimos años se perdieron 200.000 ha de cereal. En cambio, va aumentando la superficie destinada a forrajes, proteaginosas y oleaginosas, que conllevan menos gastos.
¿Por qué los aranceles a Rusia y Bielorrusia encarecen los fertilizantes de los agricultores?
España y la Unión Europea han ido desmantelando las fábricas de producción de fertilizantes y ahora tenemos que importarlos masivamente de terceros países, entre ellos Rusia y Bielorrusia, a los que impone aranceles. Esto, al igual que el pacto con Ucrania, son acuerdos comerciales como consecuencia de la guerra que castigan al mundo agrícola, ya que, por un lado, le bajan el precio de los cereales y, por otro, le suben el importe de estos insumos.
¿Qué retos tiene el sector primario de cara al futuro?
El primer desafío es el humano, el del rejuvenecimiento del campo con la incorporación de jóvenes. A este respecto tengo que decir que hoy llegan muy bien preparados, con mucho conocimiento y con muchas ganas y van a ser unos grandes profesionales de la agricultura y la ganadería. En segundo lugar, la rentabilidad. Por ello, seguiremos peleando en los despachos y en la calle para que cambie esta cuestión. Además, hay que modificar las estructuras de la agricultura avanzando en la ampliación y modernización de la superficie agraria de regadío, así como en la reconcentración de las tierras de secano. En definitiva, hacer unas explotaciones más productivas y con más posibilidades de futuro. Y, por último, convencer a la sociedad de que hay que consumir nuestros productos porque son los mejores y de que si abandonamos al sector agrícola tendrá que comprar artículos de fuera, que serán peores y más caros. Debemos priorizar nuestros productos por nuestras garantías sanitarias y nuestra calidad.
Actualmente se están llevando a cabo obras de modernización en diversas zonas, entre ellas en el Bajo Carrión. ¿Son necesarias más?
Se tienen que modernizar todos los regadíos de la provincia y de Castilla y León. Es necesaria la máxima implicación e inversión por parte de las administraciones y deben acortarse los plazos, sobre todo los de licencias de impacto ambiental. Es una vergüenza que tarden hasta tres y cuatro años en dar esa autorización desde que las aprueban las comunidades de regantes.
Tenemos que ser ambiciosos para aumentar la superficie agraria de regadío. La región tiene un 15% de terreno regable respecto al de secano y España el 23%. Debemos de aspirar a estar en la media nacional. Hay que hacer más embalses y mejorar los regadíos que tenemos. Esa es la mejor garantía de lucha contra el cambio climático.
En el ámbito comunitario, Asaja está criticando abiertamente la reforma de la PAC para el período 2028-2034 que proponen desde Europa. ¿Qué razones hay detrás de esta oposición?
En junio se presentó el marco plurianual financiero y las normas de la PAC para el período 2028-2034, que entrará en vigor el 1 de enero de 2028. Si la PAC que tenemos actualmente la hemos criticado porque no aumentó el presupuesto, nos llenó de normas absurdas agronómicas a los agricultores y complicó su tramitación con burocracia, la propuesta de ahora es peor porque reduce el presupuesto en un 22%. Mantiene los pagos PAC, pero desaparece el programa de desarrollo rural, que es en el que se incluyen las ayudas de incorporación a los jóvenes, de modernización de explotaciones e infraestructuras y de apoyo a la ganadería. Además, no se hace ninguna alusión a la agricultura profesional, ni a la defensa de las cuestiones comerciales con terceros países, ni tampoco se pone al agricultor como figura clave de la producción agrícola para mantener la sociedad. En definitiva, esta PAC pone la agricultura como moneda de cambio presupuestario ante otros temas, como la defensa, las relaciones comerciales con terceros países y el cambio climático.
La opa a la que pertenece también lamentó la aplicación del pacto entre la UE y Mercosur
En este punto hay que decir que la UE pone las normas más exigentes del mundo en cuanto a calidad de los productos. Nosotros, desde luego, tenemos que cumplirlas, a pesar de que a veces son excesivas y sin ninguna lógica. Sin embargo, en el acuerdo con Mercosur no se obliga a sus productos a las mismas normas que a los de aquí. En el sector ganadero, en Europa están prohibidos los antibióticos o cualquier sustancia de engorde, pero en Sudamérica sí que está autorizado, por lo tanto, se va a consumir carne o leche en España con productos que aquí están vetados para criar animales. En productos agrícolas, tenemos que cumplir normas de condicionalidad de la PAC y están prohibidos los tratamientos de fitosanitarios que se entienden que son peligrosos, pero en los países de Mercosur sí que tratan la agricultura con esos productos. En definitiva, Asaja no está en contra de las relaciones comerciales, lo que está es en contra de que ellos puedan producir en unas condiciones que a nosotros no nos permiten. Queremos que lo que no se puede producir en la UE no se pueda importar.
Hace unos días, la Junta de Castilla y León anunció el proyecto de Presupuestos Generales de la Comunidad (PGC) para 2026. ¿Qué opinión tiene de estas cuentas?
He visto que la partida de la Consejería de Agricultura aumentó un 11,55% en comparación con las cuentas de 2024, mientras que el proyecto de PGC creció un 9,44%, por lo que estamos por encima de la media. Creemos que es positivo, aunque aún no nos lo han presentado para poderlo analizar a fondo. No tiene que faltar un solo euro para cualquier tipo de ayudas necesarias para rejuvenecer el campo, así como aquellas destinadas a las infraestructuras, a la sanidad animal y a las que puedan llegar en caso de catástrofes. Pero en este punto también considero prioritario el acuerdo y el diálogo entre las fuerzas políticas para su aprobación. Asaja rechaza la crispación política que hay en las cortes de Castilla y León. La forma de trabajar por los ciudadanos es a través de los pactos para aprobar las leyes, entre ellas, la de los PGC.
En relación con las administraciones, ¿Qué peticiones hace Asaja a los gobiernos regional y nacional?
La principal reivindicación que tenemos en estos momentos tanto a la Junta de Castilla y León como al Gobierno central es unidad, consenso y diálogo con las organizaciones agrarias para hacer un frente común a Europa ante la futura PAC 2028-2034. Si hay un país al que perjudica es a España. Por lo tanto, tiene que haber una posición frontal de rechazo y unánime para defender una agricultura profesional, productiva y libre tanto en materia agronómica como en los trámites burocráticos. En segundo lugar, reclamamos a ambos ejecutivos un apoyo en materia de infraestructuras tanto de regadío como de secano y en seguros agrarios para asegurar la rentabilidad de las explotaciones, así como unidad para cambiar de forma drástica los costes de producción a la baja y el valor de lo nuestro al alza. También abogamos para que Junta y Gobierno central tengan la misma postura para vigilar y controlar las plagas vegetales y las enfermedades ganaderas y luchar contra la fauna salvaje que tanto daño nos hace, como, por ejemplo, el lobo. Por último, queremos que pongan en valor la calidad de nuestros productos ante el consumidor con campañas de promoción y de venta para que nuestros consumidores compren lo nuestro que es lo mejor.
Los incendios, por desgracia, castigaron con virulencia diversos puntos de la geografía regional. ¿Los agricultores y ganaderos afectados están recibiendo la ayuda necesaria?
Cuando hay un incendio, los primeros perjudicados somos los agricultores y ganaderos porque se quema lo nuestro. A ese respecto, Asaja ha trabajado porque el sector tenga ayudas para compensar esos daños que se han producido. Nunca se van a poder compensar en su totalidad, pero sí tengo que decir que este año, en comparación con el pasado, hubo un aumento de manera cuantitativa tanto en alimentación para los animales e infraestructuras como en pagar los daños que se quemaron. 2025 ha sido catastrófico en el tema de incendios, pero la causa de la magnitud de lo quemado es el abandono de los montes públicos en Castilla y León y España. Las políticas medioambientales absurdas que se llevan a cabo desde hace muchos años provocan que estos terrenos estén llenos de maleza y que cuando se declaran fuegos sea muy difícil apagarlos. No hace falta tener en la región cinco millones de ha de monte abandonados, es mejor tener cuatro ha limpios, ordenados, con cortafuegos y que cuando hay incendios se puedan apagar.
Es presidente autonómico de Asaja desde el 30 de agosto de 2000. ¿Cómo ha cambiado el campo desde entonces?
Y llevo cuarenta años de agricultor. Asaja ha cambiado lo mismo que lo ha hecho la agricultura y la ganadería. La organización es el reflejo de nuestros socios, nos tenemos que adaptar a ellos y a las normas que han venido de la UE, el Ministerio y la Junta, que son las que la sociedad quiere. A nivel general, el campo ha cambiado en las explotaciones. Ahora hay menos y son más grandes. Además, la maquinaria ha avanzado en tecnología que hace que el trabajo sea más fácil y mejor.
También hemos aumentado las producciones. Hoy, a nivel mundial, somos líderes en producciones ganaderas y aquí tengo que dar mi enhorabuena más sincera a todos los ganaderos por su trabajo, por su dedicación, por su esfuerzo y por estar todos los días al pie del cañón para alimentar a la sociedad con una calidad que nunca antes se había visto. Nunca se ha comido tan bien con tantas garantías sanitarias y con tanta calidad como ahora. Y eso es gracias a los ganaderos. Nos hemos tenido que adaptar a las normas europeas, a los acuerdos mundiales, y lo hemos hecho con nota, con sobresaliente, a pesar de las muchísimas dificultades que día a día nos ponen las administraciones y, en muchos casos, también el tiempo con años muy secos, muy lluviosos o que meteorológicamente son muy complicados de hacer las tareas.
¿Qué relación mantiene su opa con el resto?
Buena. En los grandes temas estamos siempre de acuerdo. De hecho, se ha firmado un documento de posición conjunta respecto a la PAC y las manifestaciones que hemos hecho siempre han sido en unidad de acción. En ciertas ocasiones, alguna opa no acude a la convocatoria de Asaja, pero sí puedo decir que cuando hay más de dos entidades en una manifestación siempre estamos. Asaja es la unidad del campo.
Por último, alguna vez ha explicado que está «orgulloso de ser agricultor». ¿Por qué?
Es una profesión muy bonita, la hacemos al aire libre y, además, es algo tangible. Ahora estamos echando el grano en la tierra y después lo vas a ver nacer, crecer, desarrollarse y dar fruto. Es algo que palpo. Hago una actividad que me gusta y somos necesario para la alimentación de las personas. Formo parte de un sector estratégico que produce alimentos en el medio rural y mantenemos el medio ambiente.
Fuente: Diario Palentino


