Las transmisiones de fincas rústicas descendieron en agosto de 2025 en la mayoría de comunidades autónomas, aunque con fuertes contrastes territoriales. Según los datos provisionales de la Estadística de Transmisiones de Derechos de la Propiedad (ETDP) del Instituto Nacional de Estadística (INE), el mes cerró con 28.117 operaciones, un 3,1 % menos que en agosto de 2024 (29.019). El retroceso nacional se concentró especialmente en Castilla-La Mancha, Andalucía y la Comunitat Valenciana, mientras que Navarra, Asturias y Castilla y León registraron aumentos destacados.
La evolución refleja una tendencia de enfriamiento en las compraventas, mientras que las herencias consolidan su peso como principal forma de transmisión en la España interior. A continuación, se analizan los principales resultados por comunidades autónomas, provincias y tipo de operación, con especial atención a Castilla y León y la Comunitat Valenciana, dos territorios donde el comportamiento ha sido muy distinto al del conjunto nacional.

Transmisiones por comunidades autónomas: Navarra y Asturias lideran las subidas
A nivel autonómico, Navarra se situó, según los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística, el INE, como la región con el mayor incremento interanual en transmisiones de fincas rústicas, con 994 operaciones en agosto y un salto del 72,3 % respecto al mismo mes de 2024. Le siguieron Asturias, con 1.293 transmisiones (+16,8 %), Castilla y León, con 5.378 (+2,9 %), Illes Balears, con 711 (+20,3 %), y Galicia, con 2.045 (+5,3 %).
Por el contrario, las mayores caídas se observaron en Castilla-La Mancha (-21,8 %, hasta 2.704 transmisiones), Andalucía (-11,2 %, 3.574), Comunitat Valenciana (-7,6 %, 3.184), Cataluña (-10,3 %, 1.580) y Comunidad de Madrid (-26,2 %, 343). Estas cinco comunidades explican la práctica totalidad de la caída nacional.
Las provincias con mayores subidas y descensos
A escala provincial, los mayores incrementos interanuales correspondieron a Lugo (+78,8 %), Burgos (+37,3 %), León (+26,6 %), Zamora (+22,7 %) y Almería (+16,0 %). Estas provincias, con fuerte componente ganadero o cerealista, destacan por una reactivación de las transmisiones vinculadas a herencias y reordenaciones patrimoniales familiares.
En el extremo contrario, las mayores caídas se produjeron en Guadalajara (-68,7 %), Palencia (-48,5 %), A Coruña (-25,9 %), Granada (-21,9 %) y Castellón (-21,3 %). El caso de Guadalajara es especialmente relevante, ya que la provincia pierde más de la mitad de las operaciones en un año, hasta solo 255 transmisiones.
Castilla y León: tercera comunidad con más transmisiones
Castilla y León consolida su liderazgo como una de las regiones más dinámicas en transmisiones de fincas rústicas, con 5.378 operaciones en agosto, un aumento de 152 respecto al año anterior (+2,9 %). Esta cifra la sitúa como la tercera comunidad con mayor número absoluto de transmisiones, solo por detrás de Andalucía y Castilla-La Mancha, pese al descenso de esta última.
Por provincias, el comportamiento es desigual:
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Burgos registra 1.317 operaciones, con un fuerte incremento del 37,3 %,
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León alcanza 1.004 transmisiones (+26,6 %),
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Zamora crece un 22,7 % hasta 692,
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mientras que Palencia cae un 48,5 % y Segovia (-4,8 %) o Valladolid (-3,9 %) presentan descensos más moderados.
En el conjunto regional, la herencia representa el 49,4 % de las transmisiones, frente al 26,7 % de las compraventas. En Burgos, este peso se eleva al 54,1 %, consolidando el patrón de renovación generacional a través de herencias familiares, más que por compraventa de explotaciones.
Comunitat Valenciana: caída generalizada pero con diferencias internas
En la Comunitat Valenciana, las transmisiones descendieron un 7,6 % interanual, hasta 3.184 operaciones, un dato que la sitúa entre las comunidades con mayor retroceso relativo. Sin embargo, el comportamiento por provincias revela matices importantes:
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Alicante registró 847 transmisiones, con un crecimiento del 6,1 %,
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Castellón se desplomó un 21,3 %, con 690 operaciones,
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y Valencia alcanzó 1.647, un descenso del 11,7 %.
Estas diferencias responden en parte al tipo de explotación y a la presión del mercado inmobiliario en cada zona. En Alicante, la transmisión mediante compraventa sigue siendo dominante (44 % del total), mientras que en Castellón las herencias concentran casi la mitad de las operaciones (48 %). En conjunto, en la Comunitat Valenciana el 42,4 % de las transmisiones se realizan por compraventa y el 37 % por herencia, reflejando una estructura más dinámica y comercial que la media nacional.
Tipos de transmisión: la herencia sigue siendo el canal dominante
A escala nacional, la distribución por tipo de operación mantiene la tendencia de los últimos años. De las 28.117 transmisiones registradas,
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11.799 (42,0 %) fueron por herencia,
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10.140 (36,1 %) por compraventa,
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950 (3,4 %) por donación,
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89 (0,3 %) por permuta,
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y 5.139 (18,3 %) clasificadas como “otros títulos”, que incluyen concentraciones parcelarias, adjudicaciones judiciales y divisiones patrimoniales.
Por tanto, la herencia supera de nuevo a la compraventa como principal mecanismo de transmisión de fincas rústicas, especialmente en comunidades con alta fragmentación y envejecimiento demográfico.
En Castilla y León, el 49,4 % de las transmisiones son herencias, mientras que en la Comunitat Valenciana predominan las compraventas (42,4 %). Este contraste ilustra dos modelos rurales distintos: uno de continuidad familiar del patrimonio agrario, y otro más mercantilizado y con movilidad de activos.
Tendencias estructurales: relevo generacional y presión urbana
Los datos de agosto consolidan dos tendencias de fondo.
Primero, la transferencia intergeneracional de tierras mantiene un papel clave en las regiones del norte y la meseta, donde el relevo agrario se produce más por sucesión que por compraventa. Segundo, las zonas litorales y con fuerte desarrollo urbanístico muestran descensos significativos en las transmisiones, tanto por menor oferta como por incremento de los precios del suelo rústico.
La reducción de las compraventas en Andalucía, Cataluña y la Comunitat Valenciana confirma una ralentización del mercado rústico privado, mientras que el aumento de las herencias en Navarra, Galicia y Castilla y León refuerza el proceso de reordenación patrimonial familiar.
Conclusión: un mercado rural que se redistribuye
El balance de agosto, según los datos del INE, refleja un mercado de fincas rústicas en reequilibrio, con caídas moderadas a nivel nacional pero notables disparidades territoriales. Las comunidades del norte y del centro crecen apoyadas en herencias y sucesiones, mientras que las del sur y el arco mediterráneo se ven lastradas por la desaceleración de las compraventas.
En conjunto, la herencia se afianza como principal vía de transmisión del patrimonio agrario, representando más del 40 % de las operaciones, frente al 36 % de las compraventas. Este cambio estructural apunta a un proceso de concentración familiar de la propiedad rural, con implicaciones en la productividad, el acceso de jóvenes agricultores y la planificación territorial.
La tendencia a medio plazo dependerá del ritmo de incorporación generacional y del impacto de la nueva PAC sobre el valor de las tierras. En cualquier caso, los datos de agosto muestran que el mercado de fincas rústicas sigue activo, pero cada vez más condicionado por la herencia familiar y la incertidumbre económica.
Fuente: agronewsCyL


