La sesión de control al Gobierno en el Senado dejó uno de los momentos más tensos de la jornada con la intervención del senador palentino y responsable de agricultura del PP, Jorge Martínez Antolín. El parlamentario popular dirigió al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, una pregunta que colocó en el centro del debate la seguridad de los controles de sanidad vegetal en frontera y la entrada de productos agroalimentarios de terceros países.
El senador quiso dejar constancia de su preocupación sobre si el Ministerio de Agricultura cuenta con personal suficiente para llevar a cabo las inspecciones y controles en puertos y aeropuertos. Martínez Antolín acusó directamente al Gobierno de “engañar” a agricultores y ganaderos al anunciar un refuerzo de los controles que, en su opinión, no está siendo real ni eficaz.
La pregunta del PP se formuló de manera contundente:
“¿Tiene contratado el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación personal suficiente para llevar a cabo los controles de sanidad vegetal en frontera, así como los productos agroalimentarios que entran de terceros países?”
Críticas del senador Martínez Antolín
El senador popular sostuvo que el Ejecutivo, con el fin de frenar las protestas de agricultores y ganaderos en abril del pasado año, firmó un documento con las organizaciones agrarias en el que se comprometía a reforzar los controles de importación. Según denunció, ese compromiso no se ha cumplido de forma efectiva, y se estarían destinando a estas tareas a funcionarios sin la preparación adecuada en materia de sanidad vegetal.
Martínez Antolín subrayó que los propios funcionarios han interpuesto recursos de alzada y un contencioso administrativo contra la decisión del Gobierno, al considerar que se les está asignando tareas para las que no cuentan con las competencias necesarias.
Además, el senador acusó al ministro Planas de haber “mentido en sede parlamentaria” al asegurar en un pleno anterior que todos los productos agroalimentarios de terceros países son controlados en frontera. Según la versión del PP, esa afirmación no se corresponde con la realidad, pues apenas se inspeccionaría un porcentaje mínimo de las partidas, en torno al 1 %.
Para Martínez Antolín, esta supuesta falta de control pone en riesgo no solo la salud pública, sino también la rentabilidad de las explotaciones agroalimentarias españolas, que sufren la competencia desleal de productos que, en su opinión, no cumplen con las mismas exigencias sanitarias y fitosanitarias que los nacionales.
La respuesta de Luis Planas: “En España no entra cualquier cosa”
El ministro de Agricultura, Luis Planas, respondió con firmeza a las acusaciones del senador popular. En primer lugar, desmintió que el personal de control en frontera esté compuesto por contratados sin preparación, aclarando que se trata de funcionarios de carrera altamente cualificados.
Planas detalló que actualmente trabajan en los puestos de control fronterizos 581 funcionarios, lo que supone un 39 % más que en 2018, cuando asumió la cartera ministerial. Esta plantilla está formada por 473 veterinarios e ingenieros agrónomos del Estado y 108 técnicos de inspección, apoyados por personal administrativo e informático.
El ministro recordó que en 2024 se realizaron 314.000 controles de productos vegetales, con 2.000 envíos rechazados, y 69.000 controles de productos de origen animal, con unos 700 rechazos. Estos datos, afirmó, reflejan la seriedad y fiabilidad del sistema español de control.
Frente a las acusaciones del PP, Planas aseguró que el sistema es riguroso y seguro, y lanzó un mensaje contundente:
“En España no entra cualquier cosa”.
Además, defendió la importancia del comercio internacional basado en reglas, beneficioso para un país exportador como España, que en julio de 2025 alcanzó una cifra récord de 77.500 millones de euros en exportaciones agroalimentarias, con un saldo favorable de 19.400 millones.
Choque político en el Senado
El cruce de declaraciones evidenció la fuerte polarización política en torno a la cuestión de los controles fronterizos. Mientras el PP acusaba al Gobierno de poner en riesgo la seguridad alimentaria y la rentabilidad agraria, Planas respondía que las críticas forman parte de una estrategia de “bulos” impulsada por la oposición.
El ministro también vinculó el discurso del PP con la agenda de Vox, acusando a los populares de “haber vendido su alma” a la formación de ultraderecha y de defender planteamientos cercanos a la autarquía económica.
Balance y perspectivas
El debate puso sobre la mesa una cuestión central para el sector agroalimentario: el equilibrio entre la apertura comercial y la garantía de seguridad sanitaria y fitosanitaria en frontera. La pregunta del senador Martínez Antolín logró centrar la atención en las dudas de agricultores y ganaderos sobre si los controles son suficientes, mientras la respuesta de Planas trató de reforzar la idea de que España cuenta con un sistema fiable, dotado de recursos y reconocido internacionalmente.
Aunque el ministro presentó cifras y datos concretos para avalar su gestión, el choque político mostró que la percepción sobre la suficiencia de medios humanos y técnicos sigue siendo motivo de controversia.
En definitiva, la sesión de control en el Senado dejó clara la distancia entre la visión crítica del PP, que acusa al Gobierno de insuficiencia y desprotección del sector, y la posición del ministro Planas, que se aferra a los números para demostrar que España cuenta con un sistema de control reforzado y eficaz.
Fuentes: