El Consejo de Gobierno de Castilla y León, en su reunión del 21 de agosto de 2025, aprobó una resolución complementaria que incorpora 272 titulares de explotaciones agrarias al listado de beneficiarios de las ayudas destinadas a paliar los efectos económicos y productivos derivados del conflicto bélico en Ucrania. Con esta decisión, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural refuerza la línea de apoyo abierta desde 2022, en un contexto de fuerte inestabilidad internacional.
En total, estas nuevas incorporaciones suponen un desembolso de 725.000 euros, que se suman a las cantidades ya distribuidas en convocatorias anteriores. Sin tener en cuenta esta ampliación, la Junta había concedido 1.515 subvenciones por un importe global superior a los 4 millones de euros. La medida, por tanto, eleva el alcance del programa y amplía la cobertura para sectores especialmente golpeados por la crisis.
Sectores productivos más afectados
Las explotaciones incluidas en esta resolución presentan dos perfiles diferenciados pero igualmente castigados por la situación internacional. Por un lado, aquellas dedicadas al cultivo de patata, remolacha y productos hortícolas dependientes de regadío con aguas subterráneas, un sistema intensivo en consumo energético que ha visto dispararse sus costes de producción debido al incremento de precios de la energía y los fertilizantes.
Por otro, se encuentran las explotaciones de patos y ocas, un subsector ganadero menos conocido pero de gran importancia en determinadas zonas de la Comunidad. Estas explotaciones, vinculadas a la producción de foie gras y otros productos derivados, han sufrido el encarecimiento de piensos, las restricciones en la importación de materias primas y la caída de la demanda en algunos mercados europeos.
La resolución reconoce expresamente que ambos perfiles han resultado especialmente vulnerables a las consecuencias derivadas del enfrentamiento militar, lo que justifica su inclusión en este bloque de ayudas.
Impacto económico y social de las ayudas
El apoyo económico a los agricultores y ganaderos afectados por el conflicto se enmarca en una estrategia más amplia de la Junta de Castilla y León para garantizar la sostenibilidad de las explotaciones y evitar su abandono. La incertidumbre provocada por la guerra en Ucrania ha tenido repercusiones directas sobre la cadena agroalimentaria: aumento de costes de producción, problemas de abastecimiento de materias primas esenciales y pérdida de competitividad en determinados mercados.
Con estas nuevas incorporaciones, el número de beneficiarios en la Comunidad asciende a 1.787 explotaciones agrarias, sumando las anteriores resoluciones y la última aprobada. En términos económicos, el volumen total de ayudas ya supera los 4,7 millones de euros, lo que refleja el esfuerzo presupuestario realizado por la administración autonómica.
Un marco de apoyo ligado a la crisis internacional
Desde que se inició el conflicto en Ucrania en febrero de 2022, las instituciones europeas y nacionales han articulado mecanismos de compensación y ayudas extraordinarias para el sector primario, uno de los más expuestos a las alteraciones del comercio internacional de cereales, fertilizantes y energía. La Junta de Castilla y León, consciente de esta situación, ha trasladado esos instrumentos a la realidad autonómica, creando líneas de apoyo específicas y moduladas según el tipo de explotación y el impacto sufrido.
La inclusión de cultivos hortícolas de regadío subterráneo y de explotaciones de patos y ocas responde a un análisis técnico que identificó una mayor sensibilidad de estos sectores a la crisis internacional, tanto por la dependencia de insumos importados como por la variabilidad de la demanda en los mercados exteriores.
Perspectivas futuras
La concesión de estos 725.000 euros adicionales no supone el cierre definitivo de la línea de apoyo, sino que se enmarca en un proceso dinámico de adaptación a las circunstancias. La Consejería de Agricultura mantiene abiertas las vías de diálogo con las organizaciones profesionales agrarias y los representantes de los distintos subsectores para evaluar la evolución de los mercados y la necesidad de nuevas medidas.
A medio plazo, el reto para las explotaciones beneficiadas será reducir su vulnerabilidad estructural frente a crisis internacionales, lo que pasa por fomentar la diversificación de cultivos, mejorar la eficiencia energética en el regadío y potenciar la innovación en los subsectores ganaderos más pequeños, como el de patos y ocas.
Conclusión
La resolución aprobada por el Consejo de Gobierno el 21 de agosto de 2025 refuerza el compromiso de la Junta de Castilla y León con el sector agrario en un momento de máxima incertidumbre. Con la incorporación de 272 nuevos titulares de explotaciones y la asignación de 725.000 euros, se amplía la cobertura de una línea de ayudas que ya había beneficiado a más de 1.500 explotaciones con 4 millones de euros.
El reconocimiento específico de los sectores de la horticultura de regadío subterráneo y de la cría de patos y ocas subraya la voluntad de la administración autonómica de atender a las particularidades de cada rama productiva y asegurar la continuidad de la actividad en el medio rural.
Fuente: AgronewsCyL