El Gobierno de España, a través del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, ha oficializado este 4 de agosto de 2025 una inversión de 14.902.706 euros destinada a modernizar los sistemas de riego del Canal de Ines y del Canal de Eza, situados en la provincia de Soria. La actuación ha quedado formalmente recogida en el Boletín Oficial del Estado (BOE) como parte de la tercera adenda al convenio suscrito con la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (SEIASA).
Esta inversión, enmarcada en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), no solo responde a una necesidad técnica de adaptación y eficiencia, sino que se alinea con los grandes retos agrícolas de la actualidad: la sostenibilidad, el ahorro de agua, la reducción de emisiones y la digitalización del sector.
Una transformación necesaria para el futuro del regadío soriano
Con la publicación de esta tercera adenda en el BOE, el proyecto entra en su fase ejecutiva. Este paso es indispensable para asignar formalmente los fondos, iniciar los trámites administrativos y técnicos, y garantizar la ejecución integral del proyecto de modernización. Las actuaciones previstas permitirán:
- Mejorar la eficiencia hídrica, optimizando el uso del recurso en una zona marcada por la escasez.
- Reducir costes energéticos, al sustituir sistemas obsoletos por infraestructuras presurizadas.
- Aumentar la competitividad del sector agrario local, modernizando sistemas que en algunos casos datan de principios del siglo XX.
- Fomentar la fijación de población rural mediante una mejora de la rentabilidad de las explotaciones.
Según Miguel Latorre, subdelegado del Gobierno en Soria,
“esta inversión demuestra el compromiso del Gobierno con el sector agrícola soriano y con un modelo productivo más adaptado al cambio climático, más justo y más competitivo”.
El proyecto técnico: un único sistema moderno y sostenible
El diseño del proyecto contempla una transformación integral de los dos canales:
- Implantación de un punto de toma único en el azud del Canal de Ines.
- Construcción de una balsa de espera y una estación de bombeo.
- Instalación de una red de riego presurizada con tuberías enterradas.
- Incorporación de hidrantes con regulación de presión y caudal.
- Ejecución de una balsa de regulación secundaria.
- Electrificación y sistema de control integral de la infraestructura.
La decisión de unificar la captación de agua en el azud del Canal de Ines obedece a razones de viabilidad técnica, eficiencia económica y menor impacto ambiental, ya que se evita actuar sobre el deteriorado azud del Canal de Eza y se minimiza la afección sobre el cauce del río Duero.
Canal de Eza: un sistema centenario en estado crítico
Construido en 1908, el Canal de Eza representa un hito de la ingeniería hidráulica de principios del siglo XX. Su denominación honra al vizconde de Eza, Luis Marichalar Monreal, quien promovió su gestión. El canal nace de un azud rudimentario situado en El Vado Largo, aguas abajo del río Rejas, y abastece las vegas de Velilla de San Esteban y Alcozar, en el oeste de Soria.
Actualmente, el canal se encuentra en muy mal estado: la mayor parte está excavado directamente en tierra, es invadido por vegetación, y su red secundaria de acequias y regaderas sufre el mismo deterioro. El riego se practica por inundación o mediante motobombas diésel, lo que supone un consumo energético elevado y escasa eficiencia.
El azud carece de compuertas funcionales, dispositivos de limpieza y escalas de peces. A pesar de su consolidación con hormigón en los años 60, sus condiciones actuales no permiten garantizar un riego fiable ni sostenible.
Canal de Ines: una infraestructura más moderna pero envejecida
Por su parte, el Canal de Ines, construido en 1953 como parte del programa estatal de regadíos del Alto Duero, presenta un estado menos crítico pero también obsoleto. Su toma se sitúa en un azud consolidado sobre el río Duero, en el paraje de La Presa, cerca de Olmillos.
Abastece las vegas de Atauta, Aldea de San Esteban, Soto de San Esteban, San Esteban de Gormaz, Miño de San Esteban y Langa de Duero. Aunque dispone de elementos técnicos fundamentales como escala de peces y compuertas, todos ellos están gripados o carecen de mecanismos de apertura y cierre, por lo que se prevé su rehabilitación.
La red de distribución está compuesta por acequias de hormigón, que actualmente presentan un mal estado. La dotación hídrica, según la Confederación Hidrográfica del Duero, asciende a 2.300 litros por segundo en cabecera, con una longitud total del canal de 26,5 kilómetros. Los sobrantes desembocan en el río Valdanzo a la altura de Langa de Duero.
Una apuesta del Ministerio de Agricultura por los ODS, el Pacto Verde y la agricultura digital
Este proyecto no es una simple mejora técnica; forma parte de una política agrícola estructural que apuesta por:
- La transición ecológica del regadío, clave para la soberanía alimentaria.
- El cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
- La alineación con el Pacto Verde Europeo, que exige una agricultura más eficiente y baja en emisiones.
- La transformación digital del campo, mediante sensores, automatización y control remoto de las instalaciones hidráulicas.
En este sentido, el Ministerio subraya que modernizar el regadío es avanzar hacia un modelo productivo resiliente, rentable y sostenible, tanto desde el punto de vista económico como ambiental.
Conclusión: eficiencia, resiliencia y futuro para el regadío soriano
La inversión de cerca de 15 millones de euros en el Canal de Ines y el Canal de Eza no es un gasto, sino una apuesta estratégica por el futuro del campo soriano. En un contexto de cambio climático, despoblación rural y presión sobre los recursos hídricos, actuaciones como esta resultan esenciales para mantener la actividad agraria y garantizar el suministro alimentario.
Además de su impacto técnico, económico y medioambiental, esta modernización representa un ejemplo de cómo una intervención pública bien diseñada puede transformar radicalmente el entorno rural, mejorando la vida de los agricultores, optimizando recursos y acercando al campo al siglo XXI.
Fuentes: